No la dejes morir

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Para las nuevas generaciones, incluyendo a mi hija que tiene 16 años; hay cosas que alguna vez escucharon, más nunca lo vivieron por la sencilla razón de la misma modernidad con el paso de la tecnología abren nuevas opciones dejando obsoletos aquellos que nunca nadie pensó que se dejarían de usar.

Tan viejo como la misma revolución, e indispensable como un carro o contar con las bondades que da los sistemas computacionales y teléfonos celulares inteligentes, que ha hecho al hombre cada vez herramientas no solo indispensables para el trabajo sino en el uso cotidiano necesario, y así fue lo que pasó con lo que antes simplemente se le conocía como Telégrafos de México, ahora Telecomunicaciones de México.

El uso de los telegramas participó en nuestro país no solo como testigo de la revolución mexicana teniendo un papel muy importante en la estrategia de los próceres de hace cien años.

Con el pasar del tiempo los telegramas fueron adaptándose a las necesidades de aquella época y años posteriores en donde siempre fue considerado como el medio de comunicación más económico, que podía recorrer hasta el último rincón del país para dar noticias de todo tipo. Desde el nacimiento de un nuevo miembro familiar, felicitaciones con motivo de cumpleaños, bodas, quince años, como también era el medio para dar malas noticias como la muerte y pésame de algún familiar o conocido.

Antes era el único medio de para estar en contacto con las personas que estaban a grandes distancias y estar en comunicación con rapidez y prontitud ya que el servicio de correo, igual de necesario, pero con periodos de tiempo más largos.

Incluso los mensajes telegráficos también fueron partícipes de noticias que incumbían a todo México de gran impacto, como trágicas o funestas por ser en ese entonces la vía de comunicación más rápida y ágil del país.

Tampoco hay que olvidar que Telégrafos de México, fueron también los anhelos de los enamorados porque sin importar si se tratase de pocas letras siempre eran suficientes para mantener vivo ese amor.

En lo particular, los telegramas me dejaron una bonita huella en su pasar porque era por éste medio en donde Santa Claus, me escribía desde el Polo Norte para decirme que me había portado bien, y de la misma manera lo hacían los Tres Reyes Magos, es decir, al igual que a mí y muchos otros niños mexicanos nos mantuvieron vivo esa ilusión de inocencia.

Pero con el surgimiento de las compañías de mensajería, los telefax que ya no existen más que digitalmente o uno que otro como cosa del recuerdo, y las computadoras así como los celulares inteligentes fueron golpeando poco a poco el servicio de los telégrafos hasta convertirse en un tiro de gracia para los mensajes telegráficos.

Al día de hoy Telecomunicaciones de México (TELECOMM) antes Telégrafos de México, la manera para poder salir adelante sin necesidad de desaparecer la institución gubernamental más que el puro nombre, se abrió paso a la competitividad de la tecnología, diversificando sus servicios manteniendo su origen de los mensajes telegráficos para continuar dando noticias a todos los mexicanos, pero además dentro de sus otras ramificaciones de servicios como la recepción de pagos domésticos y oficinas como el teléfono, agua, luz, gas natural, así también como recibir abonos de tiendas departamentales como FAMSA, COPPEL, entre otros más.

Pero no solo eso también se convirtieron como el intermediario de las bancas institucionales en donde bancos como Banorte, Banamex, Bancomer, Inbursa, Scotiabank, HSBC, Santander y Banregio ofrecen diversos productos de captación y financiamiento a través de la red del organismo público descentralizado, TELECOMM-Telégrafos.

También se ha convertido en el receptor de remesas de no solo nacionales sino internaciones para el envío de dinero, en especial con los Estados Unidos. Una vez más el resurgimiento de las diferentes oficinas de Telégrafos ha marcado desde 2007 la iniciación hacia la banca en los sectores de la población que tradicionalmente no tienen acceso a las instituciones financieras.

Su permanencia en México y depende mucho de los mexicanos en la medida que continuemos y frecuentemos cada vez más a los servicios que proporciona TELECOMM, así que una invitación a todos a no dejarla morir cayendo en las trampas de la tecnología como único instrumento de trabajo y uso diario. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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